Hace unas semanas, los grandes del correo en Internet han tenido que corregir ligeramente sus sistemas de autenticación de envío.
Usaban el sistema DKIM con unas claves ridículamente sencillas de
factorizar. Si bien utilizar claves más complejas no supone ningún
problema, el "descuido" hace pensar que en realidad no se ha depositado demasiada confianza en este método.
Qué es DKIM
DKIM (DomainKeys Identified Mail) es un sistema
criptográfico de autenticación de correo electrónico que permite el
envío de mensajes de manera que pueden ser validados por el destinatario. En resumen, quiere decir que si se recibe un mensaje desde soporte@banco.com, realmente este venga de alguien que posee una cuenta en "banco.com"
y no otro. La idea de DKIM es firmar los mensajes en el servidor de
origen con criptografía de clave pública de manera que los correos
electrónicos puedan ser verificados por los destinatarios. Además de
esto, también ofrece integridad en el contenido. Así dicho, parece una
idea que evita radicalmente la falsificación de correos... pero también,
en teoría, el SSL evita radicalmente el phishing... y sabemos que no es
así.
¿Cómo funciona?
El administrador de un servidor de correo genera un par de claves
públicas y privadas. La privada se alojará en el servidor de correo que
emite los mensajes, para firmar los emails que salgan. La clave pública
se hace accesible a todos en un registro TXT de los DNS del dominio (en
un subdominio parecido a dkim._domainkey.gmail.com, por ejemplo). Así
queda accesible para que el resto del mundo pueda verificarlo.
Cuando un usuario o automatismo de banco.com envía un correo, debe
autenticarse primero en el servidor de correo de banco.com. Al enviar un
email, se calcula y se firma un hash del mensaje con la clave privada,
que se añade a sus cabeceras. Cuando llega a su destino, el servidor al
que llega puede así comprobar su autenticidad (consultando la clave
pública en el registro DNS correspondiente) e integridad, comparando lo
que él mismo calcula, con lo que el email dice en su cabecera. Si
coincide, nos aseguramos de que si alguien ha enviado un email desde "banco.com", al menos ha tenido que hacerse desde ese servidor. Un ejemplo de una cabecera en Hotmail:
Authentication-Results: hotmail.com; sender-id=pass (sender IP is 1.2.3.4) header.from=abc@hotmail.com; dkim=none header.d=hotmail.com; x-hmca=pass
Con esta información en las cabeceras, el cliente hace lo que desee: puede descartar el correo, enviarlo a la papelera... etc.
En las cabeceras de Google, se puede ver otro ejemplo:
X-Google-DKIM-Signature: v=1; a=rsa-sha256; c=relaxed/relaxed;
d=google.com; s=20120113;
Esto significa que se puede encontrar su clave pública en su servidor DNS de esta manera:
El problema
DKIM es usado por todos los grandes: Yahoo. Microsoft, Gmail o Apple. Un correo originado desde estas organizaciones lleva una firma DKIM en sus cabeceras.
Zachary Harris (un matemático de Florida, que antes de este incidente ni
siquiera sabía qué era DKIM) descubrió que en vez de emplear claves de
firmado de 1024 bits, se estaban usando claves de 512 bits, fácilmente
factorizables (cuestión de horas en un ordenador actual). El problema es claramente una mala implementación del sistema, puesto que el propio estándar en la RFC 6376 indica claramente que la longitud de la clave debe ser como mínimo de 1.024 bits:
"Since short RSA keys more easily succumb to off-line attacks, Signers MUST use RSA keys of at least 1024 bits for long-lived keys." "Dado que las claves RSA cortas sucumben más fácilmente a los ataques off-line, los firmantes deben usar claves RSA de al menos 1024 bits para claves duraderas".
DKIM permite usar tantas claves como se crea necesario, rotándolas cuando se desee. No tienen por qué perpetuarse. De ahí que se aconseje claves de 1024 cuando esta rotación no se realice.
Cómo se descubrió
A Harris le llegó un correo ofreciéndole un trabajo en Google del que
sospecho, y tras una sencilla investigación, pudo comprobar que
utilizaba una clave de 512 bits, fácilmente factorizable y falsificable.
O sea, se puede sacar de forma sencilla la clave privada a partir de la
pública y, por tanto, falsificar un mensaje firmándolo. Parece que el
mensaje había sido falsificado, y había eludido DKIM para poder pasar
por los filtros antispam.
Comenzó a interesarse por el tipo de claves que usaban otros, y el
problema fue detectado y reportado por Zachary a Google, Yahoo y
Microsoft el pasado 22 de agosto, y de acuerdo al aviso del US-CERT el 23 de octubre estos tres servicios corrigieron sus sistemas implementando claves mayores de 1.024 bits.
Sin embargo, el fallo no se reduce únicamente a estas tres compañías,
según verificó Harris son muchos los sistemas que emplean llaves de 512
bits o 768 bits como PayPal, Yahoo, Amazon, eBay, Apple, Dell, LinkedIn,
Twitter, SBCGlobal, US Bank, HP, Match.com o HSBC. Según confirma el descubridor del problema, muchas de ellas (aunque no todas) ya han actualizado sus claves.
¿A quién le importa?
Los medios hablaban de un enorme agujero de seguridad en los sistemas
más importantes de correo. Pero en realidad el revuelo causado ha sido
mínimo, y el impacto mucho menor. Una visión menos sensacionalista, se
debatió en la lista de correo cryptography@randombit.net
donde se generó un debate interesante. ¿A quién importa DKIM? Uno de
los desarrolladores, apuntaba a que el problema radicaba en que DKIM se estableció el sistema alrededor de 2005, y nunca nadie se preocupó por actualizarlo.
También podría influir que realmente DKIM no ha sido un impedimento
demasiado grave para los spammers. El phishing y el correo basura siguen
siendo efectivos. Los usuarios, igual que no suelen comprobar si la
página donde introducen sus datos bancarios se encuentra cifrada bajo
SSL, parece importarles aún menos que su banco se comunique con ellos a
través del dominio banco@undominiocualquiera.com. Por tanto, ni siquiera es necesario intentar eludir DKIM.
Otro participante ofrecía una visión interesante. Aunque era sencillo,
el uso de claves factorizadas no parece haber sido abusado por atacantes
de forma masiva antes de que Zachary lo descubriera, por muy sencillo
que pareciese... lo que hace pensar de nuevo que, a los atacantes, no les interesaba romper DKIM.
El coste no les compensa. Incluso, en ese debate, se hablaba de un
posible acuerdo entre las compañías para usar criptografía
deliberadamente débil.
En definitiva el debate recuerda al planteamiento que alguna vez hemos realizado aquí sobre SSL y el hecho de que esté "socialmente roto".
No importa tanto lo eficaz que sea una solución, si en realidad el
usuario no entiende para qué sirve, ni de qué riesgos le protege.
Más información:
Vulnerability Note VU#268267
DomainKeys Identified Mail (DKIM) Verifiers may inappropriately convey message trust
DomainKeys Identified Mail (DKIM)
How a Google Headhunter’s E-Mail Unraveled a Massive Net Security Hole
Sergio de los Santos
Twitter: @ssantosv
Fuente: unaaldia hispasec
No hay comentarios:
Publicar un comentario